La leyenda de la “Ebu Gogo” y el misterioso hallazgo del “Hobbit”
Por Iguana Blanca
Cuánta razón tenía el reconocido antropólogo Claude Levi-Strauss cuando en sus obras reiteraba el constante error en que incurrimos cuando acostumbramos a utilizar el término mito como sinónimo de mentira. Y es que en verdad, y especialmente dentro de algunas comunidades aisladas, el mito encierra dentro de toda su mágica narrativa más de una verdad oculta, pues es el mito una de las formas culturales en las que se almacena el conocimiento y se logra transmitir a través de las generaciones.
El mito, aunque en apariencia engañoso, transmite siempre, o al menos casi siempre, una verdad, un conocimiento o bien una forma de percibir la realidad por parte de la cultura en que se origina. Y aunque no son lo mismo, hay ocasiones en que el mito se disfraza de leyenda, volviéndose todavía más engañoso y tachándose de mera fantasía.
Pues bien, el día de hoy les voy a contar una leyenda, la leyenda de la Ebu Gogo. Es una creencia tan fantástica como cualquiera digna de ser narrada por la pseudociencia denominada criptozoología (la encargada de investigar acerca de la posible existencia de animales “míticos”; unicornios, minotauros, yetis…)
Imaginémonos perdidos en medio de una isla con la más extensa selva tropical, playas, clima húmedo y torrencial, donde alguna vez habitaron animales gigantes y especies verdaderamente enanas, donde hoy la fauna y la vegetación son extensas, y en buena medida peligrosa para el desprevenido, lagunas escondidas, cuevas tremendas, y llena de pequeñas aldeas habitadas por nativos con formas de vida bastante diferentes de lo acostumbrado por el hombre occidental. El lugar es un paraíso misterioso, aislado del mundo, virgen en muchos sentidos e inundado por sublimes toques de misticismo impreso por sus habitantes. Esta isla existe y se llama Flores, ubicada más allá de las costas meridionales de Asia, en Indonesia.
Cualquier viajero gustoso de aventura encontraría en Flores el sitio de sus sueños, mas no tardaría en sentirse de pronto inmerso en medio de la más fantasiosa película de Spilberg. Especialmente cuando llegase a sus oídos, la muy curiosa leyenda que alberga el lugar.
Los lugareños narran que existe oculto entre la espesa e insondable selva una especie de ser con rasgos extraños y “monstruosos”, un humanoide. Se dice que la criatura es demasiado pequeña (a lo mucho llegaría a medir un metro de altura), con un pelaje parecido al de cualquier otro mono recubriendo casi todo su cuerpo, de panza saltona y brazos y manos largos en comparación a su cuerpo, que además mufa una especie de lenguaje totalmente incomprensible. Los nativos llaman a este ser Ebu Gogo, lo que en su lengua significa “anciana que lo devora todo”, y es que dicen que los ebu gogo literalmente son capaces de comer cualquier cosa que tengan oportunidad, y de ser posible no dudan en comer la carne humana. El nombre que se le ha dado surge además ante la creencia de que los ebu gogo se roban a los bebés de las aldeas en un instante de descuido para comérselos, por lo que estos son muy temidos.
Se cuenta también que la última vez que varios miembros de una aldea tuvieron contacto con los ebu gogo, estos se comieron precisamente a un bebé, lo que provocó la furia de las personas (que antes convivían en cierta tregua con ellos). Por lo que rastrearon a los que se habían alimentado del niño, los hallaron en una cueva y les ofrecieron un fardo de paja para ganarse su confianza; los habitantes volvieron por segunda vez y de nuevo les dieron paja, esta vez prendiéndole fuego y matando con las llamas a los ebu gogo. Sin embargo la gente del lugar cree que no eran esos todos los que había y que aún quedan seres de estos libres por la selva y que son los responsables de las desapariciones de bebés que ocurren esporádicamente.
Desde el lugar en que me encuentro escribiendo estas líneas o desde el sitio en que amablemente me leen ustedes, esta historia no llega a generarnos más que un poco de curiosidad, ligera risa y tal vez incredulidad. Sin embargo mucho cambiaría si escucháramos esta historia de los propios nativos y teniendo que pasar la noche en una choza insegura de una aldea en Flores, ahí seguramente nos preocuparíamos y escucharíamos ruidos que no son nada, imaginando lo peor proveniente de las sombras.
Pero lo realmente interesante de este relato viene ahora. Pues resulta que fue en esta misma isla donde hace apenas siete años se encontraron los primeros restos (que ahora conforman una colección de 9 individuos) de un esqueleto asociado a un ancestro humano (una especie de tío o primo hermano, no descendemos de él), un homínido bautizado con el nombre de Homo Floresiensi. El hallazgo fue realizado por investigadores australianos en conjunto con otros de origen indonesio, sin embargo tal como ocurre muy seguido en el gremio científico, el mérito ha sido adjudicado únicamente a los australianos. Muchos seguramente recordarán la noticia que se ganó el titular de algunos diarios y portales de internet, en la que se decía que se habían hallado restos del verdadero “Hobbit”, pues bien, nos referimos a ese mismo hallazgo. Este Homo Floresiensi, fue nombrado de cariño por sus descubridores con el título de “Hobbit”, en alusión al personaje de la famosa obra de Tolkien, debido al diminuto tamaño del esqueleto hallado.
¿Qué tiene que ver este Hobbit u Homo Floresiensi con la historia de la Ebu Gogo?
Permítanme contarles las características los restos óseos encontrados en Flores en la cueva de Liang Bua (cabe aclarar que no es la misma cueva de la que se habló antes en la leyenda). Hablemos primero de los rasgos anatómicos; de acuerdo a los restos que se han hallado de este espécimen el Homo Floresiensi no habría llegado a medir más de 1,2 mts, de altura en su etapa adulta, sin duda el más pequeño de los homínidos e incluso sería más pequeño que el Australopitecus Afarensi (especie que nunca emigró de África y 3 millones de años más antigua que el “Hobbit”), por otro lado sorprende el tamaño reducido de sus cráneos y cerebros (380 cm³, 4 veces menor que el del humano moderno), también se ha observado que sus brazos son muy largos en proporción a su cuerpo, al igual que sus muñecas, esto seguramente debido a que eran trepadores de árboles.
La razón de su tamaño se debería a un fenómeno bio-ecológico conocido como especiación alopátrica, muy común en zonas insulares, y que provoca al gigantismo y enanismo de ciertas especies. En el caso de Flores, existieron también elefantes enanos (una especie de estegodonte) y ratas gigantes.
¿Hasta aquí han notado ya alguna coincidencia con las historias locales? Bien, prosigamos, se han encontrado también herramientas asociadas a los esqueletos, estas según mediciones estás diseñadas para hombres de un metro de estatura, lo que refuerza la hipótesis de que fueron labradas por los mismos H. Floresiensi, además se ha hallado evidencia de que dominaban el fuego, por lo demás incluso se cree que pudieron llegar a desarrollar un lenguaje, aunque muy limitado. Lo que sorprende de esto último es que se demuestra que tuvieron un nivel de inteligencia mucho más desarrollado del que se pensaría debido a su capacidad craneal, lo que sirve de argumento para disasociar el tamaño del cráneo con la inteligencia (para replantear muchos argumentos paleoantropológicos).
¿Puede ser este H. Floresiensi el mismo Ebu Gogo del que habla la leyenda?
Recurramos a la temporalidad. Con base en evidencia fósil, geológica y arqueológica, se estima que este homínido debió existir desde hace 500,000 años y hasta hace 12,000 en la isla (habría sobrevivido aún más tiempo que el Neanderthal, extinto hace 30,000 años). Se plantea con base en observaciones morfológicas, que desciende de un grupo de Homo Erectus que al aislarse geográficamente se transformó en una nueva especie con el tiempo.
El hombre moderno (Homo Sapiens) debió habitar la isla por primera vez hace entre 35,000 y 55,000 años, por lo que no queda duda de que H. Floresiensi y H. Sapiens coexistieron durante al menos unos miles de años en la isla, aunque aún se desconoce el tipo de relación que pudieron llevar ambas especies.
No es necesario enlistar las coincidencias ente la descripción del Ebu Gogo en la leyenda y las observaciones antropológicas del H. Floresinsi o “Hobbit”. Pero ¿Basta para pensar que se trata del mismo ser? Si es así, el mito tendría que haber sobrevivido ya 12,000 años, lo cual es demasiado tiempo.
Por lo anterior, y tras los recientes hallazgos, se han comenzado a formular las posturas que le dan la razón a las leyendas, y hay quien empieza a considerar que aún pueden existir unos pocos sobrevivientes de H. Floresiensi entre las muchas regiones selváticas inexploradas de la isla.
Richard Roberts, uno de los descubridores de los restos del “Hobbit”, cree que con base en las narraciones aún podría haber habido sobrevivientes de esta especie hace 300 años, cuando navíos holandeses arribaron a la isla. De ser cierto esto, aun si hoy estuvieran extintos, 300 años es un tiempo muy razonable para la prevalencia de un mito de este tipo, por lo que deja de sonar ilógica la historia tan extraña de la Ebu Gogo.
En torno al descubrimiento de este homínido han surgido muchos debates en cuanto a si se trata en verdad de una nueva especie o no y si desciende del Homo Erectus o no, sin embargo el tiempo transcurrido desde su descubrimiento es aún muy corto para que se definan posturas al respecto, falta esperar nuevos hallazgos y resultados de los análisis de los restos.
Más allá de todo, lo realmente importante de esta anécdota es observar la importancia de la relación casi evidente que ha guardado un mito con una realidad. Como lo decía Levi-Strauss, un mito no es una mentira, es una narración fantástica sí, pero que guarda en ella mucho del conocimiento y la historia de las culturas, conocimiento e historia que dependiendo del mito que se trate se encuentran poco o muy camuflajeados por sus elementos “mágicos”. Y no olvidemos que en algunos casos, el mito se disfraza de leyenda (la cual generalmente si narra falsedades) y que si nos confundimos y no sabemos diferenciar, como en el caso del mito – leyenda de la Ebu Gogo, entonces no podremos ver las verdades escondidas tras las narraciones fantásticas que generalmente tachamos de mentiras. IB
Con la plena seguridad de que nos encontraremos más adelante en el sinuoso camino de la vida, IB se despide dejando a su disposición el siguiente correo, donde con gusto se reciben sus dudas, comentarios e impresiones. O bien pueden comentar y preguntar al pie de la entrada al respecto del tema, todos sus comentarios recibirán una respuesta.
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5 comentarios:
De Olga:
Santana que genial està tu blog. Me parece que aun nos faltan muchas cosas por descubrir. Creo que los mitos por alguna razón se elaboraron y algún fundamento deben de tener. No se que tan grave o tan increible sería encontrarse con una criatura así, pero algo que si se es que tus relatos siempre echan a andar tu imaginación desde la primera palabra que lees. Sigue así!! =)
Me pareció súper bien esta nota, muy bien completa, informada; me encanto, mucho!
sigue así IB!
aunque recuerda, los criptozoólogos piensan que sin ellos, muy probablemente no se dieran a la luz los descubrimientos, dados como los gorilas de espalda plateada o el celecanto (soy muy defensora de la misma, pero también recuerdo que estoy en formación antropofísica), a todo esto de los homos, me recuerdas a las discusiones en la escuela sobre las razas;
¿ podemos hablar de que el Homo sapiens ha convivido con razas diferentes de homínidos? Por supuesto! Y que más que el Homo floresiensi para alentar las leyendas de flores.
Si, nos falta mucho que descubrir, eso me hace reflexionar, en lugar de alzar la vista al universo y trata de encontrar respuesta, mejor hay que voltear hacia nosotros, las repuestas puede que esten enfrente de nosotros, y como es costumbre, nosotros volteando a todos lados buscando algún "dios" que nos diga como resolver todo.
Antes de que empieze a divagar 8D!
Que tengas un gran día!
Monetteé!
Como siempre muchisimas gracias por sus comentarios que alientan a continuar con la idea de este proyecto..
Ciertamente nos faltan muchas cosas por descubrir dentro de nuestro propio mundo, y que mejor si podemos encontrar en los relatos de este tipo una nueva fuente para acercarnos a descubrir los misterios que aun ignoramos.
Con respecto a la criptozoología, es uno de los casos muy claros que reflejan que aún en búsqueda de las cosas aparentemente más absurdas, se pueden encontrar cosas increíbles, tal vez no hallaremos unicornios o centauros, pero si nuvas especies como los casos que mencionas. De disciplinas como la astrología se han generado posteriores conocimientos como la astronomía, y pseudociencias como la parapsicologia y la criptozzología ayudan mediante sus inquietudes a descubrir cosas que se convierten en verdades científicas.. sin embargo hay que ser cuidadosos y saber distinguir, no tratemos de forzar cosas que en realidad no pueden ser, hay que saber ser coherentes y retomar siempre como aclaro en el texto la busqueda de las verdades ocultas tras capaz de fantasía, ahí está el secreto, en no tomarse las cosas de forma tan literal..
Saludos y besos, muchas gracias por sus contribuciones que ayudan a mejorar este trabajo.
HOLA IGUANITA INTERESANTE TEMA QUE ME HA LLEVADO A REFLEXIONAR QUE EL MITO HA SIDO EL PRINCIPAL HACEDOR DEL CONOCIMIENTO HUMANO EN LA MAYOR PARTE DE LA HISTORIA.LA AGRICULTURA Y LA GANADERIA ESTABAN REGIDAS POR RITOS DE ADORACION A LOS DIOSES, EL GOBIERNO ESTABA DEFINIDO POR LOS MISMOS Y EN GENERAL TODO EL QUEHACER HUMANO DEPENDIA DE LA SUPERSTICION Y LAS TRADICIONES, DE HECHO CONSIDERO QUE EL PENSAMIENTO RACIONAL ES UNA APARICION MUY RECIENTE, SIN EMBARGO LA TENDENCIA ES QUE LA CIENCIA VAYA ASEGURANDO MAS ESPACIOS QUE ERAN PROPIEDAD DEL PENSAMIENTO MITICO. LAMENTABLEMENTE AUN HOY EN DIA ES MAS POPULAR EL PENSAMIENTO MAGICO QUE EL RACIONAL, BASTA VER LOS ESPACIOS QUE LOS MEDIOS DE COMUNICACION DEDICAN POR EJEMPLO A LOS HOROSCOPOS,O SABER DE LAS MULTITUDES QUE VENERA LAS RELIQUIAS DE LOS SANTOS EN ESPERA DE UN MILAGRO DIVINO, O PLATICAR CON UNA MAMA ACERCA DEL MAL DE OJO, POR LO TANTO CONSIDERO QUE EL MITO NO HA MUERTO, NI SIQUIERA ESTA EN AGONIA, ESTA PRESENTE Y SEGURAMENTE SEGUIRA AQUI CUANDO NOSOTROS NOS HALLAMOS IDO.
Que no el mito es un elmo chiquito?? Ok...estupida la broma pero se prestaba a eso...
mi punto de vista es que la interdiciplina es digamos como la batidora a donde convergen todos los especialistas y cientificos que pueden dar su experiencia y en base a eso realizar la de-construccion de los mitos, leyendas y pachequeses a los que estamos expuestos.
Mas esto no es para denigrar cosas, es para construir cosas.....en verdad creo q es tiempo de olvidar un poco el ego cientifico y trabajar realmente para la sociedad....como humanistas, para eso estamos....tanto arqueologos, antropologos, historiadores, criptozoologos, biologos, geologos...para todos hay una pequeña pagina en el libro de la interdiciplina, el asunto es que quieran escribirla con alguien mas.
saludos IB
Camaleon
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