La Iguanada de hoy es: POESÍA LIBRE

LA VIDA ES UN TANGO

Por Iguana Blanca

La vida hay que vivirla como si se bailara un buen tango,

hay que tomarla con cuidado entre los brazos

y abrazarla dulcemente pegadita a nuestro cuerpo,

así, sintiendo su tacto muy cerquita,

así, para sentir como respira sobre nuestro pecho.

A la vida hay que llevarla de la mano siguiendo la música del viento,

deslizando nuestros pasos sin despegar los pies del suelo,

arrastrándola con nosotros con el sonar de la melodiosa sinfonía del cielo,

hay que tocarla con mucho cuidado,

hay que marcar su cadencia de un lado, al otro, al otro, y al otro lado.

A la vida hay que mirarla a los ojos,

así, para que crea que es ella quien nos lleva,

mientras somos nosotros quien en realidad guiamos sus pasos,

así, cual si fuera un baile de primavera,

procurando que la primavera nos dure una vida entera.

A la vida hay que detenerla cuando se nos quiera ir de las manos,

frenarla, aunque despacio, para que no adelante sus pasos,

y después con solo jalón devolverla a nuestro espacio,

sonreírle a la ingrata antes de volver a levantarle los brazos,

así, antes de continuar con el sutil caminado.

A la vida hay que entenderla,

armonizarnos con ella,

bailar la música que nos guste pero que también le guste a ella,

para vibrar junto con ella,

como se vibra con la chispa en la noche que enciende una candela.

Así, la vida hay que vivirla como si se bailara un buen tango,

al comienzo tomándola lento,

aprendiendo de ella y con ella,

cada movimiento, suave, despacio.

Después tomarla con confianza,

con la seguridad de que por delante queda todavía mucha danza,

báilala como quieras, al ritmo que te convenga,

con rapidez, con intensidad,

como si el presente se hubiera vuelto eterno

ante la certeza de que aún quedan muchos mañanas.

Al final, retómala lento entre tus brazos,

como no queriendo dejarla escapar,

une tu cuerpo al de ella, aprisiónala,

llévala lento contigo,

como un ciego que camina con miedo en medio de un desierto.

Saborea con ella el vibrar de las notas de los últimos momentos,

ajustando los pasos para retrasar el momento final,

y después ármate del valor que te da el último exhalo,

y llévala con decisión a tus últimos pasos,

los más fuertes, los más esperados.

Y caminen juntos con firmeza hacia el inevitable desenlace,

y ahí, al final de todo,

toma a la vida con más fuerza que nunca,

sostenla flotante en el viento,

dibuja con ella una flor en el cielo,

y mírala con la intensidad de la última vez.

Congelando por siempre ese momento,

el último, el eterno,

donde se apaga la música y tan solo queda el silencio,

donde se detienen sus cuerpos y se convierten en meras estatuas de hierro.

IB

Con la plena seguridad de que nos encontraremos más adelante en el sinuoso camino de la vida, IB se despide dejando a su disposición el siguiente correo, donde con gusto se reciben sus dudas y comentarios. Recuerden que también se vale dejar un comentario en el blog, hasta pronto.

“Buena vibra, para una buena vida”

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